Como consecuencia de la investigación iniciada por la justicia estadounidense que derivó en al menos siete detenidos, la FIFA suspendió de manera provisional a 11 personas para ejercer cualquier actividad relacionada con el fútbol, tanto a nivel local como internacional.
Entre ellos está Jeffrey Webb, quien por el momento deja de fungir como Presidente de CONCACAF, situación similar a lo que sucede en la Federación de Costa Rica, pues su Presidente Eduardo Li, también fue suspendido.
Otros en ese caso son Julio Rocha, Oficial de la Oficina de Desarrollo de la FIFA; Costas Takkas, Adjunto de Webb; Jack Warner, ex Presidente de CONCACAF; Eugenio Figueredo, Vicepresidente de FIFA y Rafael Esquivel, Presidente de la Federación Venezolana de Fútbol.
También, José María Marín, ex titular de la Confederación Brasileña de Fútbol; Nicolás Leoz, ex Presidente de CONMEBOL; Chuck Blazer, ex Secretario General de CONCACAF, e incluso Daryll Warner, hijo de Jack Warner.
Las sanciones las impuso el Presidente del Comité de Ética de FIFA, Hans-Joachim Eckert “Los cargos están claramente relacionados con el futbol y son de una naturaleza tan seria que fue imperativo tomar acciones inmediatas”, explicó FIFA en un comunicado.
Minutos antes de este anuncio, la CONCACAF emitió su postura, en la cual se manifestó sorprendida por los hechos.
“CONCACAF está consternada por los arrestos del día de hoy involucrando a ejecutivos del futbol internacional, incluyendo a los de CONCACAF”, señaló su boletín.
En el mismo, el organismo aseguró que cooperará con las autoridades, pues incluso la mañana de este miércoles fueron halladas sus oficinas en Miami.
“Por el momento, la Confederación no está en posición de hacer comentarios adicionales con respecto a estas alegaciones, que ya han sido tornadas a los consejeros legales”, agregó.
“CONCACAF continúa con sus operaciones normales de negocios, organizando y operando sus torneos de manera eficiente, incluyendo la Copa Oro 2015”.