El boxeador puertorriqueño Miguel Cotto y el mexicano Saúl Álvarez fijaron el 21 de noviembre como fecha del combate que sostendrán por el cetro de peso mediano del Consejo Mundial de Boxeo (CMB).
La cita será en el Mandalay Bay de Las Vegas, Nevada, donde el pugilista boricua (40-4, 33 nocáuts) expondrá su cinturón en 12 asaltos frente al “Canelo”, exdoble campeón mundial superwelter (45-1-1, 32 nocáuts).
El anuncio reavivó algunos capítulos de la extensa rivalidad entre México y Puerto Rico, tales como Salvador Sánchez contra Wilfredo “Bazooka” Gómez, Julio César Chávez ante Héctor “Macho” Camacho, así como el protagonizado por Óscar de la Hoya y Félix “Tito” Trinidad.
“Voy a darle a los fanáticos de la pelea que quieren ver. Como siempre he dicho durante toda mi carrera, estoy aquí para pelear contra los mejores nombres. Éste será un nuevo capítulo en mi carrera y voy a estar listo para él. Los aficionados podrán disfrutar de una pelea de verdad”, anticipó el monarca de las 160 libras.
El propio Cotto y las múltiples empresas implicadas en la organización de este magno evento fueron los encargados de confirmar la fecha, producto de muchas negociaciones que todavía la víspera ajustó algunos detalles.
“Las grandes peleas se han realizado porque el aficionado las reclama o porque las circunstancias así lo determinan. Este combate contra Cotto es una de esas que el fanático ha estado pidiendo a gritos desde hace tiempo y ya es una realidad”, se congratuló el tapatío.
En este sentido, el púgil de 25 años de edad aprovechó para comprometerse a que “nadie saldrá defraudado” y auguró que este encuentro estará a la altura de la larga tradición entre ambas naciones.
Mientras que el exboxeador y empresario mexico-estadunidense Óscar de la Hoya se animó a calificar el enfrentamiento como “la ‘pelea del año’, la que los verdaderos fanáticos del boxeo han estado esperando”.
Asimismo, el “Golden Boy” celebró la reunión de “dos de las más grandes estrellas en el deporte hoy en día, será un enfrentamiento épico, lleno de acción sin parar desde el primer tañido de la campanada”.