T.J. Yates se hizo cargo del encuentro después de que Brian Hoyer sufrió una conmoción cerebral, y los Texanos de Houston vencieron ayer contra todo pronóstico por 10-6 a los Bengalíes de Cincinnati, que sufrieron su primera derrota en la temporada.
Los Bengalíes (8-1) trataban de seguir junto a Nueva Inglaterra y Carolina en el grupo de equipos invictos. Hubiera sido la primera vez en la historia que tres equipos ostentaban una foja de 9-0.
Pero un mariscal sustituto, que antes había hecho daño a Cincinnati, lo volvió a lograr.
Fue curioso que la primera derrota de Cincinnati llegara ante los Texanos (4-5), que humillaron a Andy Dalton durante encuentros de la ronda inicial de los playoffs en las campañas de 2011 y 2012. Yates era el mariscal en el primero de aquellos partidos.
Yates volvió a los Texanos el 28 de octubre, ingresó al terreno en el tercer cuarto y lanzó un pase de 22 yardas para que DeAndre Hopkins anotara.
Dalton volvió a sufrir ante la defensiva de los Texanos. La última oportunidad de Cincinnati se esfumó cuando A.J. Green soltó un ovoide tras lograr la recepción, a 40 segundos del final.