A pesar de las posibilidades de llegar a la cima, al menos por unos instantes hasta los compromisos del Atlético Madrid y del Barcelona, en el Santiago Bernabéu se vivió un clima poco habitual. Los diez goles convertidos al Rayo Vallecano no fueron suficientes para que los simpatizantes reduzcan su bronca hacia Rafa Benítez y la descalificación de la Copa del Rey todavía reflejaba las heridas abiertas.
En el último partido del año, el Merengue salió al campo con una actitud muy agresiva y las limitaciones de la Real Sociedad facilitaban la tarea de Cristiano Ronaldo, Gareth Bale y James Rodríguez. En menos de un cuarto de hora, Gerónimo Rulli se convirtió en figura al desactivar el peligro propuesto por el portugués, el colombiano y el galés.
En cambio, el sacrificio de Imanol Agirretxe duró poco porque en la primera ocasión que tuvo para silenciar a la Casa Blanca, Keylor Navas lo atoró con una rápida salida y provocó la lesión del delantero de Usurbil. La maniobra individual que le sirvió para dejar en el camino a Nacho y a Danilo no fue suficiente para que los vascos den el golpe.
Como ocurre constantemente en la capital ibérica, cada vez que se le empieza a complicar un partido al Real Madrid, los fallos arbitrales suelen abrirle el camino para encauzar sus victorias. En este caso, José González inventó una supuesta infracción sobre Karim Benzema, que concluyó en la pena máxima. En el penal se hizo justicia y desde los doce pasos, CR7 envió su disparo por encima del travesaño.
No conforme con la primera polémica, el colegiado volvió a sancionar otro dudoso penal por una mano casual de Yuri. En el segundo fallo Cristiano no perdonó y el Merengue celebró el 1 a 0. Sin dudas, la victoria parcial se opacó por las decisiones del colegiado y el sabor del tanto tuvo un sabor amargo.
En el complemento los comandados por Eusebio Sacristán tuvieron una muestra de carácter y con una genialidad de Bruma llegaron a la igualdad. El lusitano recibió de Jonathas, dominó con categoría y la colgó del ángulo. El vuelo del guardameta de Costa Rica aportó estética al sorpresivo gol del moreno.
Recién a los 22 minutos, los capitalinos festejaron de un modo cristalino. Una proyección de Marcelo y una rasante definición del crack portugués derivaron en el 2 a 1 que puso paños fríos a las constantes quejas de los hinchas locales.
El telón del espectáculo se bajó con un contragolpe perfecto capitalizado por Lucas Vázquez. La proyección de Gareth Bale le dio la chance al reemplazante de Benzema de sellar el 3 a 1 definitivo para que el Real Madrid termine el año con una sonrisa. Los tres puntos llevaron tranquilidad y estabilidad a un cuerpo técnico que estuvo muy cuestionado en los últimos tiempos. Por ahora la continuidad de Rafa Benítez está garantizada.