El golfista norirlandés, número cuatro de la clasificación mundial, descartó ir a los Juegos Olímpicos por miedo a contagiarse de Zika.
Rory Mcllroy, número cuatro en el ranking del golf mundial, decidió decir adiós a Río de Janeiro 2016 antes de llegar, por la posibilidad de ser infectado por el virus del Zika, una amenaza real que rechaza correr.
“Luego de hablar con varias personas cercanas a mí, entendí que mi salud y la de mi familia se encuentran antes que nada. Aunque el riesgo de la infección por el virus del Zika es baja, es un riesgo que no quiero tomar”, expuso ayer uno de los golfistas a quien la afición que asistirá a Río de Janeiro más querían ver en acción.
El virus de Zika es un virus emergente transmitido por mosquitos que se identificó por vez primera en Uganda, en 1947, en macacos de la India. Desde hace muchos meses se les ha hecho saber a los viajeros que asistan a los Juegos que se alojen en lugares con mosquiteros y que cuando salgan a la calle utilicen repelente.
Mcllroy, cuarto en la tabla de la Federación Internacional de Golf (FIG), estaba nominado para representar a Irlanda en los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro 2016. Para el golf la cita de Río será histórica, ya que marcará su regreso luego de 112 años.
Esa disciplina había estado en el programa de los Juegos de París en 1900 y San Luis en 1904, para ausentarse por 112 años hasta el certamen de este verano en la ciudad brasileña.
El golfista se encuentra comprometido con la estadunidense Erica Stoll, y ya había expresado temores por las consecuencias que un posible contagio con el Zika le traería a sus planes de tener hijos, reportó el Irish Examiner.
“Espero que los irlandeses comprendan mi decisión”, agregó en el comunicado que la mañana de ayer comenzó a difundir.
El Comité Olímpico de Irlanda se mostró contrariado por la decisión del golfista, pero indicó que la respeta.