El alcalde de Río de Janeiro, Eduardo Paes, defendió el legado olímpico que recibirá la ciudad tras los Juegos y admitió que pueden repetirse nuevos problemas como los retrasos en la conclusión de las obras en la Villa Olímpica.
“No encontrarán una ciudad perfecta, pero comparada con 2009, cuando Río fue elegida sede olímpica, es mucho mejor”, dijo este miércoles a la prensa el polémico alcalde de la ciudad, tras inaugurar el centro de prensa para los periodistas que no cubrirán las disciplinas deportivas.
“Vamos a tener desafíos hasta el final, pero no tengo dudas de que la gente se va a encantar” con Río, agregó Paes, quien esta semana creó una gran polémica por decir que traería “hasta canguros” para que la delegación australiana –que salió de la Villa Olímpica por estar las obras inacabadas- se sintiera como en casa.
Paes dijo que el retraso en la conclusión de los departamentos –que afectó incluso al edificio del equipo mexicano, que pasó por reparaciones- fue un error del Comité Organizador de los Juegos, y no de la alcaldía.
“Todavía enfrentaremos algunos problemas los próximos días. Lo sucedido en la Villa Olímpica sirve como alerta para que el problema no se repita”, explicó Paes, acompañado del ministro de Deporte, Leonardo Picciani.
Insistió en que, pese al repunte de la criminalidad en la ciudad en los últimos meses, el despliegue de decenas de miles de miembros de las fuerzas del orden hacen de Río “uno de los lugares del mundo más seguros en este momento”.
“El turista no debe preocuparse”, aseveró Paes, cuando falta menos de una decena de días para el inicio de los Juegos.
Bach llega a Río
El presidente del Comité Olímpico Internacional (COI), el alemán Thomas Bach, arribó este miércoles a la ciudad sede de los Juegos Olímpicos Río 2016 y resaltó el ambiente festivo previo al inicio del evento deportivo.
En su llegada, en donde fue recibido por Carlos Nuzman, presidente del Comité Organizador y del Comité Olímpico Brasileño (COB), el mandatario teutón dijo que “tenemos total confianza de que serán unos fantásticos Juegos Olímpicos”.
Seguido por un grupo de voluntarios, catalogó el ambiente como amigable e indicó que éste, sumado a los “estadios fantásticos” y a la “pasión de los brasileños por el deporte”, da todo lo necesario para que la justa veraniega se lleve a cabo de manera satisfactoria.