La arquera mexicana Alejandra Valencia se quedó cerca de ganar la medalla de bronce en los Juegos Olímpicos de Río, pero al final no acertó a clavar las flechas necesarias y se quedó a las puertas del pódium.
Ni siquiera en el Sambódromo hubo fiesta para México, que sigue sin estrenarse en el medallero después de que Valencia cayera por 3-2 frente a la surcoreana Ki Bobae en su duelo por subirse al podio.
"Ella no me ganó. Yo perdí por mis errores: tiré con miedo al aire, intentando compensar. Ya en la semifinal (también perdida contra la germana Lisa Unruh, eventual medalla de plata) me faltó fuerza y estuve tensa", comentó la Valencia tras su última prueba, que se desarrolló bajo un intenso viento y derivó en erráticos sets por parte de ambas competidoras. "Voy a tener que mejorar".
La surcoreana tomó la ventaja en el primer parcial por 26-25, pero Valencia equilibró al llevarse el segundo por 29-28. En el tercero, Ki recuperó la delantera por 26-25, pero el viento le jugó una pésima pasada en la cuarta. Disparó la peor flecha del combate, de apenas tres puntos, y Valencia se impuso 27-21 para volver a empatar.
Ki se serenó y atinó tres flechazos al centro de la diana en el quinto y definitivo set para un 30-25 que le dio el bronce.
"Alejandra ha mejorado mucho y hoy tiró muy bien", opinó el coreano Woong Lee, seleccionador nacional de México, quien lamentó no haber dispuesto de mayor tiempo de preparación pese a que la sonorense puso en pausa sus estudios diez meses atrás para desplazarse a Ciudad de México a entrenar con el cuerpo técnico.
Las arqueras mexicanas conquistaron plata y bronce en Londres 2012, con Aída Román y Mariana Avitia, respectivamente. Del Sambódromo se marchan sin baile y con las manos vacías.
Tampoco pudo hacer ganar una medalla Valencia, que sin embargo mejoró notablemente su lugar 17 de los últimos Juegos. Quizás presa de la tensión del momento con numerosos seguidores mexicanos apoyando desde las gradas, la tiradora de 21 años perdió finalmente el bronce ante una rival que fue perfecta en sus tres últimos tiros.