El mexicano Misael Rodríguez se convirtió en el primer medallista para la delegación del país, al confirmar la medalla de bronce en el boxeo de los Juegos Olímpicos Río 2016, pese a perder su combate por el pase a la final.
Rodríguez, originario de Chihuahua, salió este jueves al ring de Riocentro en busca de mejorar el bronce ya asegurado el pasado lunes y subir un escalón más, pero se encontró con el uzbeko Bektemir Melikuziev, un fuerte rival que desde el inicio se adelantó en el marcador.
El europeo encontró el camino fácil a la final y estuvo al acecho del mexicano, quien por más que trató de buscar un buen golpe, éste no llegó con precisión a la humildad de su adversario.
En el primer episodio, Melikuziev tocó con claridad cada uno de sus golpes, siempre con la determinación de hacer temblar al mexicano, que no se intimidó y con el apoyo de la afición y, desde luego, de su novia, la pentatleta Tamara Vega, se fue con todo.
La tarjeta de los jueces tras el primer round marcó 27 para el chihuahuense y 30 para su adversario. Para el segundo giro, el “Chino” conectó de derecha sin precisión y no ayudó a sumar, lo que sí hizo el rival, que de inmediato superó la contienda.
En el último episodio Misael Rodríguez se paró con firmeza y agarró su mejor estrategia para ganar el round, pero no fue suficiente porque el uzbeko solo cuidó su guardia y conectó para llevarse el triunfo 30 a 27.
Sin embargo, el mexicano confirmó la medalla de bronce, la primera para la delegación mexicana en esta justa olímpica, que sabe a oro porque es el boxeo que una vez resurge para dar su primer golpe.
"Representar a mi país ya es una victoria. Algunas veces se pierde, pero no nos pierdan la fe, aún quedan compañeros en estas olimpiadas y les pido que los sigan apoyando", dijo Rodríguez a ESPN.
De esta manera, se repite el metal de Sidney 2000, cuando el también chihuahuense Christian Bejarano subió al podio con esa medalla, la de este día que termina con una sequía de 16 años sin presea olímpica en el deporte de los puños.
Asimismo, esta disciplina iguala a los clavados como uno de los deportes que más medallas ha dado a México, con 13 metales.