El Comité Olímpico Internacional (COI) arrebató medallas de los Juegos Olímpicos de Beijing a cuatro atletas, incluyendo tres rusos, después que arrojaron positivo a dopaje al volver a analizar sus muestras de hace ocho años.
Las sanciones se producen en medio de fuertes medidas contra el uso de sustancias prohibidas en el deporte, las que ahora se han extendido también a los Juegos Paralímpicos.
Las controversias sobre dopaje eclipsaron la preparación de los recientes Juegos Olímpicos de Río, donde algunos atletas realizaron duras acusaciones contra competidores rusos y chinos.
En su última acción, el COI descalificó a las halterófilas rusas Nadezda Evstyukhina y Marina Shainova, medallistas de bronce y plata en Pekín 2008, respectivamente, y a la atleta Tatyana Firova, que terminó en segundo lugar con sus compañeras de equipo en la posta 4x400 metros.
A todos los atletas sancionados se les ordenó devolver las medallas o diplomas que habían ganado en Pekín.
El COI dijo en un comunicado que otro de los descalificados fue el armenio Tigran Martirosyan, medallista de bronce en halterofilia en Pekín 2008, al igual que los también pesistas Alexandru Dudoglo de Moldavia e Intigam Zairov de Azerbaiyán.
El organismo pidió a las federaciones deportivas modificar los resultados de los Juegos de Pekín que se vieron afectados por estas descalificaciones y considerar otras medidas que crean adecuadas.
El COI almacena las muestras de dopaje de los atletas durante una década para someterlas a métodos más nuevos. En el pasado ya despojó de sus medallas olímpicas a otros deportistas.
Rusia ya había perdido la medalla del relevo en estos días cuando Anastasia Kapachinskaya arrojó positivo.