La mexicana Paola Espinosa, doble medallista olímpica de clavados, reconoció este domingo
que se prepara para los Juegos Olímpicos de Tokio 2020 con poca presión porque ya no necesita demostrar nada y eso le permite disfrutar más.
"Ya no tengo que demostrar nada, he hecho una carrera bonita, tengo una trayectoria reconocida por gente de otros países y quiero hacerlo porque me gusta, con la ilusión de que mi hija me vea en el podio de los Juegos Olímpicos", aseguró en entrevista a EFE.
A los 33 años de edad, Espinosa llevaba un buen ritmo de preparación para Tokio 2020. Después de ganar medalla de Bronce en el trampolín durante los Mundiales del 2019 en Gwangju, Corea, había mostrado buena forma deportiva junto a su compañera Melany Hernández, pero fue sorprendida por el aplazamiento de los Juegos.
"Fue un golpe duro. Nos iba bien a Melany y a mí, seguimos entre las mejores del mundo, ganamos el Campeonato Nacional, teníamos una buena racha y esto del cambio significa replantear mi vida y mis metas", aceptó.
Aunque le costó asumir el cambio de los Olímpicos para el 2021, Paola insiste que el propósito de trabajar para una medalla se mantiene, y mientras está aislada para evitar el contagio de COVID-19, continúa los entrenamientos para no perder la forma deportiva.
"Hago rutinas en la caminadora, con mancuernas, ejercicios abdominales, isométricos, y trabajo la flexibilidad. Me estiro para cuidar la salud de la espalda y así me mantengo activa hasta regresar a la alberca", apuntó.
Según la campeona, estar en casa ha tenido un lado bueno porque ha podido disfrutar de su hija de casi tres años, algo que tiene pocas oportunidades de hacer cuando está en entrenamientos y competencias.
"Me lo paso increíble con la niña, hacemos manualidades, cocinamos, bailamos, cantamos; en el momento que empiezo a hacer ejercicios está conmigo. Se han vuelto diferentes los días", reveló.
Paola buscará su lugar olímpico en los clavados individuales, pero tiene más posibilidades de ganar medalla en los sincronizados. Según cree, en 2021 no cambiará el programa con el que ganó medalla en los Mundiales y se concentrará en perfeccionar el acople con su compañera.
"En sincronizados visualizo una competencia fuerte, buena de mi parte con Melany. A los jueces les gusta nuestra forma de tirar y eso es difícil de lograr en un deporte de apreciación. En Tokio quiero pelear hasta el último clavado", agregó.