Ciudad de México, 22 de diciembre 2020, - Para la ciclista mexicana Lizbeth Yareli Salazar Vázquez, el 2020 fue un año que le dejó grandes aprendizajes,
entre ellos, el mantener siempre la mente positiva y levantarse con más fuerza ante cualquier adversidad, pues recordó que, durante su participación en el Mundial de Pista, que se celebró en febrero de este año en Berlín, Alemania, sufrió una aparatosa caída, que le impidió continuar en la competencia.
“Ha sido un año con muchas altas y muchas bajas; de todo lo malo que pasó, siempre se saca algo positivo; por ejemplo, de la caída del mundial, estaba triste en el hospital, porque no sabía si había algún problema con mi clasificación, pero luego me dijeron que no pasaba nada si no competía, pues la plaza, ya la había asegurado desde antes. Lo bueno es que siempre me decía, “voy a regresar más fuerte”, y eso fue lo que me motivó para regresar a las competencias con más fuerza”, compartió la ciclista en conferencia de prensa que realizó este martes a través de la plataforma Zoom.
La sinaloense destacó que, a principios de año, obtuvo el primer lugar en una de las etapas de la Vuelta Valencia, victoria que por primera ocasión logró una mujer mexicana.
“En febrero competí con mi equipo profesional Astana, con el que obtuve una victoria en una de las etapas de la Vuelta Valencia, lo que significó que fuera la primera mujer mexicana en ganar una etapa en Europa. Sentí demasiadas emociones con este triunfo, porque antes de iniciar no creí que la fuera a ganar, ya estando ahí, di todo de mí para lograr este triunfo para el país”, mencionó.
La medallista panamericana en Lima 2019, también se vio afectada en su rendimiento, ya que a finales de julio se sometió a una cirugía de emergencia, a consecuencia de un fuerte dolor de apéndice, situación que la alejó por más de un mes de los entrenamientos; sin embargo, con la reactivación de actividades, debido a la emergencia sanitaria por covid-19, decidió participar en el Nacional de Ciclismo de Ruta, que se realizó en septiembre, en Aguascalientes, con el objetivo de analizar su nivel de competencia.
“Estaba en la parte final de la operación, pero mi nivel competitivo no estaba ni tantito bien, quise ir al nacional a competir, después de tantos meses que no rodaba, porque no sabía cómo iba a reaccionar mi cuerpo durante la carrera”, compartió la especialista en pista y ruta.
Pero no todo fue malo para la sinaloense, ya que, hace unas semanas logró cerrar el 2020 con broche de oro, al conseguir seis medallas, cinco áureas y un bronce, en el Campeonato Nacional de Ciclismo de Pista.
“La verdad es que me fue súper bien, entrenamos mucho para este nacional, porque después de la operación que tuve me costó mucho regresar a mi nivel, así que me enfoqué en esta competencia y los resultados se dieron”, dijo.
Uno de los objetivos que consiguió en el 2020, fue obtener la clasificación a los Juegos Olímpicos, en una de las pruebas en las que México en la rama femenil había estado ausente.
“Es muy bonito para mí el haber calificado en esa prueba (ómnium), en la cual jamás se había clasificado; Belem (Guerrero) fue la última competidora de Juegos Olímpicos de medio fondo y ahora me toca a mí, muchos años después. Me siento orgullosa y espero tener un buen resultado en esta máxima justa”, aseveró.
Tras su regreso a tierras mexicanas, luego de competir en los eventos internacionales de Cali, Colombia, donde logró tres primeros lugares, dos en ómnium y uno en la madison, la clasificada a los Juegos Olímpicos de Tokio, Japón, rompió filas y viajó a su natal Sinaloa para pasar las fechas decembrinas en compañía de la familia.