El español Rafael Nadal explicó, tras su victoria sobre Michael Mmoh en el Abierto de Australia, que sólo pudo ver cómo una espectadora le gritaba y le levantaba el dedo como gesto de desprecio
El español Rafael Nadal explicó en rueda de prensa tras su victoria sobre el estadounidense Michael Mmoh en la segunda ronda del Abierto de Australia, que sólo pudo ver cómo una espectadora le gritaba y le levantaba el dedo corazón como gesto de desprecio y que esto no es nada más que "una anécdota".
"Soy un profesional y estoy aquí para aceptar todo lo que ocurre y más si es alguien que no estaba del todo claro. Ha hecho lo que su estado le permitía y al final la han echado porque se lo ha ganado a pulso", comentó sobre la aficionada que presentaba claros síntomas de estar bajo los efectos del alcohol.
"Al fin y al cabo me desconcentra a mí entre servicio y servicio, pero el principal afectado es mi rival porque el juez me concede dos nuevos saques y realizo un 'ace'", agregó antes de concluir el asunto con que "no es nada más que una anécdota".
Respecto a sus problemas de espalda, el balear reveló que este viernes probará un nuevo tratamiento y que en el caso de que no funcione se encontrará en una situación límite.
"Si Ángel (el doctor Ruiz Cotorro) estuviera aquí me ayudaría definitivamente, pero él está en contacto con los médicos que me están viendo. Esperemos que las cosas mejoren", confió Nadal tras acceder a la segunda ronda en Melbourne Park por decimoquinta vez.
"He podido ir tirando con este saque porque el partido no me ha exigido más, pero no es suficiente para el futuro. Soy consciente que ahora ya viene un rival de nivel alto", agregó Nadal en alusión a su partido de tercera ronda donde se enfrentará al británico Cameron Norrie.
Nadal comentó que es "un jugador experimentado en el circuito" y que va a ser "duro", por lo que necesitará "estar bien para poder ir avanzando en la competición", concluyó en una rueda de prensa que finalizó pasada la medianoche.