Tokio, Japón, de 13 abril,2021, - Un asesor sanitario del comité olímpico de Japón dijo el martes que los atletas deberían tener la opción de recibir vacunas COVID-19, días después de que el malestar público llevó al gobierno a negar que esté dando prioridad a los deportistas.
Japón había negado el jueves un reporte de prensa que afirmó que estaba considerando vacunar a todos los atletas olímpicos a fines de junio, después de que la idea generó críticas en redes sociales en medio de una lenta distribución de las vacunas para el resto de la población.
No obstante, el asesor Nobuhiko Okabe dijo el martes a Reuters que aunque las vacunas no deberían ser una obligación, deberían estar disponibles para los atletas que las deseen. Okabe es un experto en enfermedades infecciosas que ayudó a orientar la respuesta de Japón al brote de H1N1 en 2009 y asesora sobre la respuesta al COVID-19.
"Creo que la recomendación debería ser la inmunización, especialmente para los atletas", dijo Okabe, quien ha ocupado puestos de liderazgo en la Organización Mundial de la Salud.
Agregó que "debe respetarse" la decisión de algunos atletas que opten por rechazar la vacuna por razones religiosas o de salud.
Cerca de 1,1 millones de trabajadores sanitarios de Japón han recibido al menos su primera dosis de la vacuna de Pfizer Inc y BioNTech.
La inmunización de la considerable población de ancianos del país comenzó el lunes, pero algunos expertos advierten que es posible que las vacunas para la población en general no estén disponibles hasta fines del verano boreal, o incluso en invierno, debido a la escasez de suministros.
Okabe, quien dirige el Instituto de Salud Pública de la ciudad de Kawasaki, también dijo que los obstáculos para comercializar y licenciar medicamentos y productos médicos en Japón siguen siendo un "gran problema", ya que podrían ralentizar su respuesta a crisis de salud como las pandemias.
Japón ha aprobado solo una vacuna COVID-19 hasta ahora y aproximadamente el 0,9% de su población de 126 millones ha recibido al menos una dosis de la vacuna COVID-19, en comparación con el 2,2% en Corea del Sur o el 36% en Estados Unidos, según un rastreador de Reuters.