MÉXICO, miércoles 14 de julio 2021.- La especialista en skeet cuenta con su entrenador Mauricio Flores y su padre Javier Rodríguez como guías para su primera experiencia en la justa veraniega, ambos ex olímpicos; debutará el 24 de julio en Asaka
Luego de haber cerrado su preparación internacional con competencias en Italia y Croacia, y una última concentración en Acapulco, Guerrero, la joven tiradora Gabriela Guadalupe Rodríguez Garza aseguró que su crecimiento en los últimos meses "ha sido evidente" y se encuentra lista para emprender la madrugada de este jueves el camino a la que será su primera aventura olímpica.
"Me siento muy emocionada y nerviosa, es inevitable una combinación de sentimientos, pues la espera fue más larga de lo normal, pero ya por fin estamos muy cerca y 100 por ciento segura que voy a tener la oportunidad de cumplir esta meta, este sueño y en las últimas competencias pudimos retomar el fogueo, el practicar y entrenar fuera, salir a competir es algo completamente diferente a estar en el campo de tiro entrenando nada más", compartió en entrevista con la Comisión Nacional de Cultura Física y Deporte (CONADE).
La participación en Tokio de la coahuilense no solo marcará un acontecimiento histórico para el tiro deportivo mexicano, ya que después de 33 años, la modalidad skeet femenil volverá al certamen veraniego, tras la actuación de Nuria Ortiz en Seúl 1988, sino también la continuidad de un legado familiar en esta disciplina, pues la joven de 24 años cuenta con la guía de su entrenador Mauricio Flores, olímpico en Beijing 2008, y su padre, Javier Rodríguez, olímpico en Londres 2012.
Tras asegurar su lugar olímpico en los Juegos Panamericanos de Lima 2019, Gabriela Rodríguez destacó que han sido dos años de mucho aprendizaje y crecimiento por lo que, destacó, se encuentra satisfecha con el trabajo realizado y lista para afrontar un reto mayor.
"Todo me ha servido muchísimo, hubo aprendizaje y crecimiento, en cada evento fui mejorando un poquito más, tomando cosas aprendidas de la competencia pasada, aplicándolas a la siguiente, creo que fue muy evidente el crecimiento en mis resultados; me voy contenta, satisfecha, me siento bien, preparada y definitivamente iré con los brazos abiertos a seguir aprendiendo en Japón", dijo.
"De lo que me di cuenta en estas competencias es que como atleta nunca terminas de aprender, de conocerte y perfeccionar detalles, creo que Tokio va a hacer una buena oportunidad más de seguirme conociendo y aprendiendo", agregó.
"Voy a Tokio con el apoyo de mi familia"
La pandemia por covid-19 negó la visita de espectadores extranjeros en Tokio 2020, una situación que produce "sentimientos encontrados" en la joven tiradora, pues soñaba con que su familia la acompañara en su debut y la alentara de cerca; no obstante, compartió, se lleva las palabras y el apoyo de sus seres queridos.
"Por un lado, es un poco de tristeza porque no habrá espectadores y tenía la expectativa de que en mis primeros Juegos Olímpicos pudiera estar mi familia apoyándome, como era el plan original; esa es una de las cosas que más me pesa, pero al mismo tiempo, me siento muy contenta de que por fin todo ya está más cerca, ya lo veo más real por aquella incertidumbre que se generó, pero estar a puntos de volar es una satisfacción muy grande", aseguró.
"Me llevo todo el apoyo y cariño de mi familia, sé que están al pendiente todos los días sin importar que vayan a estar lejos de mí; tuve la oportunidad en la concentración de entrenar con mi papá, me voy con esa sensación de haber entrenado con él en mis últimos días antes de salir a competir, de tener su apoyo, sus consejos respecto a lo que a lo mejor voy a sentir y a disfrutar, simplemente iré a dar lo mejor de mí sin importar los resultados", dijo.
Gabriela Rodríguez, que entrará en acción el 24 de julio en el Campo de Tiro de Asaka, forma parte de la delegación mexicana de tiro deportivo compuesta por cinco exponentes: Alejandra Ramírez y Jorge Orozco (fosa olímpica), Edson Ramírez (rifle de aire) y José Luis Sánchez (rifle 3 posiciones), quienes irán en busca de romper la sequía de 89 años en los que México no ha logrado una medalla olímpica en esta disciplina, desde la plata obtenida por Gustavo Huet Bobadilla en la prueba de rifle en Los Ángeles 1932.