MEXICO, 24 de Octubre de 2021.-- La periodista mexicana Marion Reimers, quien fue nombrada esta semana embajadora de buena voluntad de ONU
Mujeres en México, aseguró este domingo que el deporte expone más las desigualdades que existen en la sociedad, en especial en la población femenina.
«El deporte sigue siendo un territorio en disputa para las mujeres y en el que muchas veces demuestra o deja de manifiesto un poco más claras las desigualdades que existen en la sociedad».
Reimers afirmó que en el futbol la revolución femenina avanza al mismo paso que en el país, en el que en los últimos años las mujeres han tomado con fuerza las calles para protestar por la violencia machista en México, donde de acuerdo con datos de asociaciones civiles y ONG, son asesinadas más de diez mujeres cada día.
«El futbol es un reflejo de lo que sucede en nuestro país. No podemos decir que México está a tono con el concierto internacional en cuanto a la igualdad entre hombres y mujeres, al contrario, es un país donde hay asignaturas pendientes muy importantes».
Reimers, quien fue la primera mujer en México en narrar una final de la Liga de Campeones de Europa, admitió que los directivos del futbol de mujeres mexicano desconocen lo que tienen que hacer para mejorar las condiciones en la Liga Mx femenina, en la que las futbolistas sufren de bajos salarios y falta de infraestructura.
Reimers, también accionista del Washington Spirit del balompié femenino estadounidense, comentó que, entre otras cosas, los ejecutivos mexicanos deben tener en cuenta que en sus inicios el futbol femenino fue prohibido.
«Las necesidades de las mujeres son todas, mayor acceso a los espacios públicos, más y mejores espacios seguros para que las mujeres practiquen deporte, protocolos contra acoso y hostigamiento, al igual que una sensibilización de los tomadores de decisiones de la historia de las mujeres en el deporte y cómo es que se nos privó de la práctica del deporte por parte de la FIFA».
La comunicadora lamentó que, si no se llega a un conocimiento de estos temas, los directivos seguirán viendo al deporte femenino como un acto de responsabilidad social, de caridad, y no como parte de la industria del entretenimiento deportivo.
«Todas las instituciones tendrían que estar cercanas a las temáticas de género. Todas las personas tenemos que acercarnos para entender que fuimos educadas y educados en un sistema que nos enseña a discriminar, que no nos permite ver nuestros sesgos».