ORLANDO, 3 de marzo 2022.- — Rory McIlroy abrió la ronda del jueves con una tarjeta de 65 golpes, siete debajo del par. Tenía motivos para esperar un marcador así en Bay Hill, no
tanto por el campo sino por el día de la semana.
Los buenos comienzos han sido la norma para McIlroy en el Arnold Palmer Invitational durante los últimos dos años. Ahora, lo importante será mantener el paso hasta el final.
Con tres birdies y un eagle de 40 pies en los hoyos de par 5, el norirlandés logró su mejor marcador de inicio en Bay Hill y tomó una ventaja de dos impactos respecto de Billy Horschel, Beau Hossler y J.J. Spaun.
Adam Scott, Graeme McDowell e Ian Poulter, quien se vistió con los colores de la bandera de Ucrania, formaban parte de un grupo que marcha tres golpes detrás, con 68.
“Pienso que si apareces en cualquier campo de golf donde has tenido éxito, automáticamente tendrás algo más de confianza”, dijo McIlroy, quien se coronó en Bay Hill en 2018 pero no se ha ubicado entre los 10 primeros en los últimos cinco años.
McIlroy inició con un 66 en cada uno de los dos años anteriores. Y en ambas ocasiones no quedó siguiera debajo del par luego del fin de semana.
Sin embargo, hay un ritmo que se requiere para jugar en Bay Hill y que hace a McIlroy sentirse cómodo, aprovechando principalmente los hoyos de par 5 y algunos otros de par 4.
Logró putts para eagle en tres de los par 5. El más largo fue en el 16, su séptimo hoyo de la ronda.
“Jugué particularmente bien los par 5 y ése fue el factor principal para este marcador”, indicó. “He dicho esto todo el tiempo. Puedes jugar contigo mismo aquí y lograr un buen marcador. Siento que, si eres simplemente disciplinado y logras los birdies que debes hacer puedes tener éxito”.
Jon Rahm, número uno del mundo, debutó en Bay Hill con un marcador deslucido de 72 que incluyó un golpe adicional que no esperaba.
El español trató de detener un putt y terminó moviendo la pelota una pulgada.