México, 12 de septiembre 2022: David Rey Picasso tiene claras sus metas. En el boxeo, ganar el campeonato del mundo. En la ciencia, el Premio Nobel. Esos son
los caminos que ha elegido. Es peleador profesional y está invicto en 22 peleas. Al mismo tiempo, estudia dos carreras universitarias en la Facultad de Ciencias de la UNAM: Neurociencias y Física. A través de un talento nato y una disciplina estoica, este joven prospecto carga en sus espaldas con una doble encomienda de todavía está por divisar los mejores días.
En su odisea académica, el púgil de 22 años se ha enfrentado a una paradoja inevitable: practicar un deporte que puede provocar daños cerebrales y, simultáneamente, estudia todos los días los entresijos del cerebro humano. “No falta el maestro que me dice: ‘¿Para qué? De todos modos vas a quedar mal. Mejor dedícate al puro boxeo, o a la pura escuela. Pero también hay quienes me dicen: es complementario, porque conoces los riesgos y eso te obliga a cuidarte más arriba del ring’”, contó para Un Round Más.
Picasso, desde luego, no reniega de los riesgos que entraña el boxeo. Los tiene perfectamente asumidos. "Es peligroso, sabemos que hay boxeadores que han recibido muchos impactos, pero aquí estamos nosotros, hablamos bien". El Rey también confiesa que, en el futuro, le gustaría gestar proyectos científicos que tengan aplicación directamente en el boxeo: unir sus dos pasiones y encontrar un rumbo que todavía no ha sido explorado.
"En cinco años, me veo siendo campeón del mundo en peso supergallo con las cuatro organizaciones principales y, quizá, también en peso pluma o superpluma, ser una de las leyendas más grandes, ya con dos carreras terminadas y metido en un proyecto con el que pueda ganar un Premio Nobel en fisilogía o física", relató para AS México.
La familia de Picasso proviene de una extensa tradición boxística. Él emprendió ese camino desde que era niño: tenía mucha energía y sus padres buscaron un método para que la encauzara. Así lo hizo. En esa decisión, tuvo que despedirse de otro deporte que se le daba muy bien. Alan David tuvo un ofrecimiento del Pachuca para formarse en el futbol profesional. Pero él eligió otro camino. Otros dos caminos, en realidad: el boxeo y las ciencias.
“Como meta en la vida, quiero fundar una empresa en el sureste de México para apoyar todo el talento que tenemos ahí con ciencia y tecnología”, contó el púgil a La Afición.
Actualmente, la división de peso supergallo tiene a dos campeones de primera línea: el estadounidense Stephen Fulton y el uzbeko Murodjon Akhmadaliev. Picasso apunta hacia cualquiera de los dos. Entiende que es el momento de dar un gran salto en su carrera, pues no se puede ser un brillante prospecto eternamente. Sin embargo, quizá ese proceso se demore un poco. Todavía no ha hecho su debut en Estados Unidos. Ese paso es fundamental para acercarse a una pelea por la corona mundial.
No es común que los boxeadores se desarrollen profesionalmente al tiempo que su carrera en el ring. De hecho, abundan las historias de fortunas dilapidadas entre falsas amistades y lujos pasajeros. Picasso, ante la pauta de la historia, dedica toda su energía a cumplir con sus dos facetas: “Tuve que irme a vivir cerca de la Universidad. Corro en las mañanas (5 am), entro a las clases. Hago mi tarea y saliendo terminó lo que me faltó de entrenar", contó también en Un Round Más.
Picasso actualmente es campeón de Norteamérica y apunta con firmeza hacia el título del orbe. Comenzó su carrera profesional en 2017 y su pelea más reciente fue ante el argentino David Reyes el pasado 4 de septiembre.