EEUU, 25 de marzo 2024 :::La Selección Mexicana sufrió una humillante derrota en la Final de la Nations League
de la Concacaf ante Estados Unidos, que se coronó tricampeón del torneo. En un abarrotado AT&T Stadium de Arlington, Texas, México fue barrido por un equipo estadounidense superior en todos los aspectos del juego.
El marcador final de 2-0 reflejó la aplastante superioridad de Estados Unidos, que incluso pudo haber aumentado la ventaja con más goles. Guillermo Ochoa, portero del equipo mexicano, cometió errores que contribuyeron a la debacle, mientras que jugadores como Johan Vásquez mostraron falta de compromiso y liderazgo en momentos críticos.
Hace un año, con Diego Cocca se hizo el ridículo, ahora con Jaime Lozano es la misma historia, en un torneo de Concacaf que se le ha negado al Tricolor. Los cambios realizados por el técnico Jaime Lozano resultaron infructuosos, aumentando la sensación de desesperación en el equipo mexicano. Desde el inicio del encuentro, Estados Unidos demostró ser infinitamente superior, mientras que México carecía de ideas y dirección tanto en el campo como en el banquillo.
El gol de Tyler Adams en el minuto 44, con un disparo desde larga distancia aprovechando un oso del arquero mexicano Guillermo Ochoa, ese fue el primer golpe para México. Luego, en el minuto 62, Gio Reyna aumentó la ventaja para Estados Unidos tras una mala actuación de la defensa mexicana.
A pesar del ímpetu de jugadores como Orbelín Pineda, Hirving Lozano y Santiago Giménez, quien provocó un penal, el VAR desestimó la decisión y el encuentro terminó con la amonestación al mexicano por simular una falta dentro del área.
El encuentro estuvo marcado no solo por el pobre desempeño de México en el campo, sino también por incidentes fuera de él. El grito homofóbico de la afición mexicana en las gradas provocó la intervención del sonido local y la interrupción temporal del partido en dos ocasiones por parte del árbitro ante la insistencia de la fanaticada en emitir dicho grito.
Así, fue una noche para el olvido para la Selección Mexicana, con un rendimiento lamentable en todas las áreas y una derrota que deja al equipo cuestionado y en búsqueda de respuestas para futuros desafíos en el fútbol internacional.
Ahora, tras el ridículo del Tricolor, la reflexión deberá llegar de cara a la Copa América a disputarse en la Unión Americana, antes un par de partidos ante Uruguay y Brasil, dos juegos bravos que bien podrían continuar con la crisis que se vive en el futbol mexicano.