El niño prodigio en ajedrez Fausti Oro, - Argentina, 24 de julio de 2024 ::: Hasta aquí Faustino Oro sólo ha recibido
felicitaciones, reacciones de sorpresa por su ascendente carrera y hasta se lo magnificó con el apodo de Chessi (por el juego de palabras entre chess y Messi), alentado nada menos que por Garry Kasparov, uno de los mejores jugadores de todos los tiempos. Tan precoz fue su fama, con apenas 10 años, como lo son ahora los primeros ataques en su contra. Dos grandes ajedrecistas rusos pusieron en duda sus hazañas e instalaron sospechas de que una parte de sus éxitos podrían estar sujetos a trampas por ayudas tecnológicas.
La condición de prodigio de Oro no está en duda. Para llegar a ser maestro internacional consiguió sus normas en partidas clásicas, con tableros y frente a frente con sus rivales. Sin computadoras ni posibilidades de hacer trampa.
Lo que los ajedrecistas rusos ponen en duda son sus grandes victorias en línea. El argentino ya se ubica entre los 20 mejores del mundo en el portal Chess.com, en el ajedrez rápido, la modalidad en la que es más dominante.
Hace una semana, el Gran Maestro ruso Ian Nepomniachtchi (número 5 del ranking de la FIDE), escribió un comentario en Twitter que despertó dudas. En respuesta a un mensaje de Chess.com, en el que anunciaba que Oro había superado los 3100 puntos, contestó: “Seguramente 3200 la próxima semana y 3300 en un mes”. La frase estaba acompañada de un emoji con risas.
Muchos leyeron, inmediatamente, segundas intenciones y un tono sarcástico. Esa idea se incrementó poco después, cuando otro Gran Maestro ruso, Vladimir Kramnik, campeón mundial de ajedrez entre 2000 y 2007, también se sumó a la conversación digital. “Al menos el ritmo de mejora hace que uno piense que ya es bastante realista este año. Teniendo en cuenta las actuaciones recientes y el nivel de juego, ya es un jugador de más de 2600 (de ELO). ¡A los 10 años! Nunca se ha visto en la historia, pero probablemente sólo sea el principio”.
Como se verá, por ahora, no hay acusación directa. Sólo son interpretaciones: una carita sonriente, una frase que supone que lo de Oro es “bastante realista”.
En la continuidad de la conversación con los fanáticos del ajedrez se mezclan las sospechas y las críticas a los jugadores, por sus supuestos celos por el crecimiento del argentino.
David Martínez, jugador y periodista en Chess24 (otro portal de información de ajedrez y juegos en línea), más conocido como El Divis, comentó: “Nepo señalaba el crecimiento de Oro en lo que pensé, y quiero seguir pensando, era una alabanza. Ahora Kramnik publicó una respuesta, mezclada con estadística, que parece irónica y me hace dudar de la intención de ambos”.
Ante el revuelo, Kramnik profundizó. “ Estoy realmente impresionado por los resultados y el nivel de juego de tu protegido, Divis, no he visto nada parecido en toda la historia”, volvió a decir con apariencia seria. Aunque, otra vez, podría guardar un trasfondo irónico.
Tras esa respuesta, desafió al niño argentino a jugar en Londres. “ Me encantaría realmente jugar una partida de blitz con él. Gratis y en el tablero –aclaró-. También invitarlo a Londres. Jugaré 12 partidas con Faustino. Será una buena promoción para él y al público debería encantarle. Todos sus gastos y alojamiento estarán cubiertos, jugando en condiciones justas e iguales”.
::: Kramnik, el acusador serial
La posibilidad de organizar torneos virtuales fue un relanzamiento para el ajedrez . Le dio una difusión mayor y permitió organizar de manera menos costosa torneos con los grandes jugadores. La modalidad tuvo un crecimiento exponencial durante la pandemia y los portales que permiten seguir esas partidas en vivo tienen millones de seguidores en todo el mundo.
En simultáneo, comenzó a instalarse la idea de que en la privacidad de la casa de cada jugador, es casi imposible controlar si se está usando asistencia de algún programa de computación durante las partidas.
No es la primera vez que Kramnik, de 49 años, da a entender que un jugador está haciendo trampa en el ajedrez online. Tres días después de instalar las sospechas con Oro, denunció a su propio rival, Mikhail Antipov, después de una derrota en un torneo en línea. Siempre en Twitter: “Tengo preguntas sobre el juego de mi oponente (…) Demasiados movimientos perfectos con muy poco tiempo y un juego EXTREMADAMENTE débil en la partida contra Jan Duda (N. de la R.: en una partida anterior). Tanto posicional como tácticamente, un jugador diferente. Pueden chequearlo”.
A fines del año pasado, escribió sobre Hikaru Nakamura (N° 2 del mundo): “En una serie de 46 partidas un jugador ganó 45 y empató una. Creo que todo el mundo encontrará esto muy interesante”.
Y más tarde intentó ser un poco más duro, aunque no del todo explícito: “Habiendo comprobado las estadísticas de Hikaru cuidadosamente, he encontrado bajas probabilidades de rendimiento tanto de él como de sus oponentes”.
Cuando se le preguntó directamente si lo que estaba diciendo es que Nakamura hacía trampa, respondió: “Nunca quise decir eso”.
La página Chess.com se vio obligada a hacer una aclaración pública por el escándalo. Emitió un comunicado que decía: “Nuestro equipo investigó cuidadosamente a varias docenas de jugadores sobre los que el GM Kramnik levantó sospechas. En la gran mayoría de los casos, encontramos que sus acusaciones carecían de fundamento ”.
Una fiebre para detectar tramposos se instaló desde 2022 cuando Magnus Carlsen, el mejor jugador del mundo, acusó al norteamericano Hans Niemann (N° 30 del ranking FIDE) de asistirse con programas de computación para ganar torneos de ajedrez en línea.
Niemann admitió haberlo hecho cuando tenía entre 12 y 16 años, pero que nunca lo hizo en un torneo profesional. Carlsen no le creyó: “Creo que lo ha hecho después de eso que reconoce. Su progreso fue inusual”. El noruego se negoció a jugar en torneos en los que Niemann estaba inscrito.
Ante esta sospecha instalada por Kramnik y Nepomniachtchi, el argentino Faustino Oro reconoció algunas muestras de apoyo, como la del Gran Maestro brasileño Renato Quintiliano, escribió en Twitter: “Desde hoy en adelante somos 200% Faustino Oro en este perfil. No se metan con nuestra pequeña joya latina, esperanza del ajedrez sudamericano”.
El ajedrez cambió para siempre con las computadoras. Los chicos se enfrentan a programas de computación. Tienen una técnica cada vez “menos humana” y reacciones instintivas muy diferentes a los de los jugadores de la edad de Kramnik. Del mismo Magnus Carlsen (33 años), se dice que suele jugar como una máquina en los momentos decisivos de una partida y cuando el reloj lo pone bajo presión. Esa tendencia irá en aumento. Aceptar los cambios siempre suele ser difícil. Tal vez Kramnik tenga la posibilidad de comprobarlo si el pequeño Faustino acepta el desafío que le hizo.