Seattle. Los Seahawks de Seattle viajarán a la zona metropolitana de Nueva York con su férrea defensiva para disputar el Super Bowl. Desafortunadamente no pueden llevar su estadio, pero sí tendrán el apoyo de numerosos seguidores.
Russell Wilson lanzó un pase de 35 yardas para una anotación en cuarto down, y la defensiva de Seattle, considerada la mejor de la NFL, obligó a que los 49ers de San Francisco perdieran tres veces el balón en las postrimerías del encuentro, para que los Seahawks se impusieran el domingo 23-17.
Será la segunda vez que Seattle dispute el partido por el título de la NFL en su historia. Los Seahawks, en su calidad de campeones de la Conferencia Nacional (NFC), se medirán a los Broncos de Denver dentro de dos semanas, en Nueva Jersey.
Los Seahawks (15-3) no avanzaban al Super Bowl desde comienzos de 2006, cuando cayeron ante Pitttsburgh.
Tanto Seattle como Denver tuvieron las mejores fojas de la liga. Es la primera vez que los primeros lugares de cada conferencia se miden en el Super Bowl desde la edición de 2010.
Momentos después de que Richard Sherman atrapó un pase de Colin Kaepernick a Malcolm Smith para la intercepción que amarró la victoria, el cornerback saltó a la tribuna que se ubica detrás de la zona prometida, para saludar a los jubilosos seguidores de los Seahawks.
Ondearon banderas dedicadas al "jugador número 12" y resonó la canción "New York, New York" en los altavoces del CenturyLink Field, considerado el inmueble deportivo más ruidoso del mundo, que esta vez rugió aún más.
"Esto no puede ser más dulce", dijo Sherman.
San Francisco (14-5) ganaba por 17-13 cuando Wilson, en una jugada gratuita ante el offside en que incurrió Aldon Smith, lanzó el balón a Jermaine Kearse, quien saltó para atraparlo en la zona prometida, pese al marcaje ejercido por Carlos Rogers.
Steven Hauschka convirtió después su tercer gol de campo y Smith interceptó en las diagonales, en lo que fue la última jugada de los 49ers.
"Esto es incluso más dulce por todo el apoyo asombroso que nos ha dado el jugador número 12", dijo el dueño del equipo Paul Allen, al hacer una comparación entre este viaje al Super Bowl y el anterior.