Un niño hambriento que pide comida con lágrimas en los ojos y lo único que recibe es un balón de futbol, es la metáfora que el artista brasileño Paulo Ito plasmó el 10 de mayo pasado en las puertas de una escuela en Sao Paulo y que se ha vuelto icónica y viral en los últimos días.
Los graffitis en paredes, bardas y hasta en el suelo de ciudades brasileñas se han convertido en una muestra más del descontento social ante los excesivos gastos y corrupción detrás de la Copa del Mundo que iniciará en Brasil el próximo 12 de junio.
La fotografía del mural de Ito fue compartida más de 50 mil veces en los últimos días, a través de la página de Facebook TV Revolta.