El británico Lewis Hamilton (Mercedes) no celebró su victoria de este domingo en el Gran Premio de Japón de Fórmula 1, disputado en Suzuka y que fue interrumpido en la vuelta 46 tras un grave accidente del francés Jules Bianchi (Marusia), que fue trasladado inconsciente al hospital.
Las salidas de pista de los monoplazas de Adrian Sutil (Sauber) y Bianchi, cuando faltaban siete vueltas, provocaron la interrupción definitiva de la carrera que se corrió bajó una fuerte lluvia pero como se completaron 46 de las 53 vueltas previstas se repartieron la totalidad de los puntos en juego.
La prueba se corrió de principio a fin sobre una pista calada y terminó, como viene siendo costumbre este año, con un doblete de Mercedes, con la 8º victoria de Hamilton, por delante de los alemanes Nico Rosberg (Mercedes) y Sebastian Vettel (Red Bull).
En el podio no hubo la tradicional celebración con champagne debido a la preocupación por el estado de Bianchi cuyo monoplaza chocó contra una grúa que estaba retirando el bólido de Sutil en la vuelta 44.
El francés iba a ser trasladado al centro médico en helicóptero pero el helipuerto era inaccesible y la noche empezaba a caer sobre el circuito nipón así que le llevaron en una ambulancia escoltada por motos.
No se difundió ninguna imagen del accidente de Bianchi en las pantallas del circuito de Suzuka.
"El piloto no está consciente y ha sido enviado al hospital en ambulancia porque el helicóptero no puede ir en estas condiciones", afirmó Matteo Bonciani, portavoz de la Federación Internacional de Automovilismo (FIA), que organiza el Mundial de Fórmula 1.
"Por el momento no podemos decir nada (más)", cerró Bonciani.
Sutil presenció el accidente de Bianchi desde la curva Dunlop, en la que se salieron los dos.
"Hice un trompo y acabé contra el muro. Me levanté y (los oficiales) trataron de sacar el coche. Jules (Bianchi) estaba en la misma zona y perdió el control del monoplaza. No tengo más información. Todos somos conscientes de la situación. Está en buenas manos", resumió el alemán.
Salida ralentizada
Hasta el dramático accidente, la carrera fue soberbia, marcada por numerosos duelos sobre una pista aguada.
Hamilton suma con esta su tercera victoria consecutiva, tras Monza y Singapur, y aventaja en diez puntos a su Rosberg, que salía el primero pero al que el británico adelantó con bastante facilidad en la 29ª vuelta, por el exterior de la primera gran curva del circuito japonés.
Como se preveía, debido a las lluvias provocadas por la llegada a la región del tifón Phanfone, la carrera empezó despacio, detrás del coche de seguridad, y después fue interrumpida una primera vez tras los dos primeros giros por lo resbaladiza que estaba la pista.
Los 22 monoplazas volverían a salir diez minutos más tarde pero la carrera no comenzó de verdad hasta la décima vuelta cuando el asfalto se secó un poco y se retiró el coche de seguridad, permitiendo a los pilotos elegir entre los neumáticos de lluvia o los intermedios.
Tras esta carrera de locos el mexicano Sergio Pérez (Force India) terminó 10º, y sumó un punto, mientras que su compatriota Esteban Gutiérrez (Sauber), 13º, y el venezolano Pastor Maldonado (Lotus), 16º, continúan con su casillero de la general sin estrenar.