Obama “está preparando la emisión de autorizaciones de empleo y legalizaciones de estatus para millones de individuos que se encuentran ilegalmente en el país”, según el presidente del Comité de Presupuesto del Senado, el republicano Jeff Sessions, citado ayer por el diario digital “The Hill”.
Especulaciones similares están circulando en las redes sociales y en blogs conservadores desde que, el pasado domingo, la web Breitbart reveló que el Servicio de Inmigración y Ciudadanía (USCIS) ha emitido una licitación para obtener los suministros necesarios con el fin de fabricar millones de tarjetas de residencia (“green cards”) y autorizaciones de empleo.
La licitación responde a un contrato de cinco años y es para elaborar al menos cuatro millones de tarjetas anuales, hasta un máximo de 34.
De acuerdo con el portal Breitbart.com, el USCIS informará sobre los detalles de esa licitación al Comité Judicial de la Cámara de Representantes, tal como ha demandado su presidente, el legislador republicano Bod Goodlatte.
No obstante, un portavoz del USCIS, Christopher Bentley, sostuvo en un comunicado que solicitudes de ese tipo “son una práctica frecuente” de la agencia para hacer frente “a las fluctuaciones en el número de solicitudes de inmigración recibidas, que se pueden presentar por muchas razones”.
Además, en su rueda de prensa diaria, el portavoz de la Casa Blanca, Josh Earnest, aconsejó este miércoles a los periodistas que no hagan “suposiciones” acerca de los planes de Obama para reformar el sistema migratorio “basadas en las prácticas de contratación del Departamento de Seguridad Nacional”, del que depende el USCIS.
“Todavía hay decisiones que tomar” acerca de las medidas ejecutivas sobre inmigración que Obama prevé poner en marcha después de las elecciones legislativas del 4 de noviembre y, “cuando estemos listos para anunciarlas, (entonces) lo haremos”, dijo Earnest.
Obama había prometido anunciar esas medidas ejecutivas antes del final del verano, pero luego dio marcha atrás y decidió retrasarlo hasta después de las elecciones de noviembre para no perjudicar a los candidatos demócratas, según la Casa Blanca.
En esos comicios se renovarán todos los escaños de la Cámara de Representantes y un tercio del Senado, cuyo control temen perder los demócratas.
En junio de 2103, el Senado aprobó un proyecto de ley bipartidista para una reforma migratoria respaldada por Obama, pero la Cámara Baja, de mayoría republicana, prefiere medidas parciales y condicionadas al aumento de los recursos para reforzar la seguridad fronteriza.