Debido al contagio de ébola, vastas regiones de ese país africano han quedado bajo cuarentena y muchos habitantes han recibido órdenes de permanecer en sus hogares.
El gobierno, con la ayuda del Programa Mundial de Alimentos de la ONU, está enviando comida a esos residentes, pero hay muchos “recovecos y grietas” en el país que están en el olvido, dijo el martes Jeanne Kamara de la agencia Christian Aid en Sierra Leona.
El brote de la letal enfermedad ha matado a casi cinco mil personas en África occidental y las autoridades han recurrido a medidas extremas para ponerla bajo control, como las cuarentenas masivas en Sierra Leona. El país informó este martes que se mantendrá el estado de emergencia, lo cual implica restricciones a las enormes congregaciones de gente durante un año entero.
Se han impuesto acciones similares en Liberia y Guinea, los dos otros dos países más afectados por el virus.
Aunque las autoridades de salud pública han dicho que ese tipo de medidas son necesarias para poner bajo control el ébola, el Comité de Emergencia para Desastres, una organización que aglutina a las agencias de ayuda, alertó el lunes que se están quedando sin alimento miles de personas.
“La cuarentena en Kenema, el tercer poblado de mayor tamaño en Sierra Leona, está teniendo un impacto devastador en el comercio, el tránsito está restringido y los camiones que transportan alimentos no pueden avanzar libremente”, dijo el comité en un comunicado. “El alimento se está volviendo escaso, lo cual está causando que suban los precios más allá del alcance de la gente ordinaria”.
Como los servicios no están llegando a ellos, las personas que están siendo monitoreadas ante posibles síntomas de ébola —y que deberían quedarse en casa— están saliendo a los mercados a buscar comida, con el potencial de contaminar a muchos otros”, dijo Kamara.
En octubre, el Programa Mundial de Alimentos alimentó a más de 450,000 personas en Sierra Leona, incluida gente bajo cuarentena o siendo atendida por estar enferma, dijo Alexis Masciarelli, portavoz de la agencia en Dakar, Senegal.
El funcionario reconoció que la entrega de alimentos ha sido compleja, dado que se requiere llevarlo a zona remotas con pobre infraestructura carretera. Los camiones llegan a algunas comunidades y entregan puerta por puerta.