Los bombardeos tuvieron lugar en Al Qaim, junto a la frontera con Siria, según las fuentes oficiales iraquíes, que desconocían el alcance de las heridas de Al Bagdadi. Dos testigos confirmaron que un bombardeo golpeó una casa en la que se encontraban altos cargos de la milicia yihadista suní.
Sin embargo, el ejército nortemaericano solo ha informado de un ataque contra los líderes del EI.
Los bombardeos “destrozaron” un convoy de diez vehículos armados, según un comunicado del Comando Central del Ejército, encargado de gestionar la lucha contra las posiciones del EI en Irak y Siria. “No podemos confirmar si Al Bagdadi estaba entre los presentes”, agregó.
La muerte de Al Bagdadi supondría el mayor éxito de la ofensiva aérea contra el EI en Irak, que EU inició a principios de agosto y a la que se han unido otros países occidentales. El ataque a los líderes del grupo extremista -que aspira a crear un califato en la región- llega tras semanas de dudas sobre la eficacia de la ofensiva. Los bombardeos han logrado frenar el avance del EI en el norte de Irak y han mermado sus capacidades, pero no han evitado que consolide los territorios bajo su control, como los alrededores de Bagdad -la capital iraquí- o Mosul, la segunda ciudad del país y que conquistó a principios de junio tras la retirada del ejército iraquí.
El ataque a la cúpula del EI tuvo lugar el mismo día en que el presidente Barack Obama, autorizaba el envío en los próximos meses de hasta 1.500 militares a Irak, lo que duplica el despliegue actual iniciado en junio. Como ahora, los militares no tendrán función de combate sino de entrenar y asesorar a las fuerzas iraquíes y kurdas que luchan contra el EI. Obama -que se opuso a la guerra de Irak y en 2011 sacó a todas las tropas estadounidenses del país- afirmó en una entrevista emitida este domingo por la cadena CBS que la ampliación del contingente representa una “nueva fase” en la lucha contra el EI para preparar a las fuerzas locales a iniciar la ofensiva. Y subrayó que los bombardeos han sido “muy efectivos en degradar” a los yihadistas.
Estados Unidos ofrece una recompensa de 10 millones de dólares por la captura de Al Bagdadi, que algunos analistas consideran más poderoso que el líder de Al Qaeda, Ayman Al Zawahiri. El Estado Islámico era la filial de Al Qaeda en Irak hasta el pasado febrero cuando se escindió. Al Bagdadi integró la insurgencia contra EU tras la invasión de Irak en 2003, luego se pasó cuatro años preso y en 2010 se erigió en líder del EI. Ese año, las autoridades iraquíes anunciaron que lo habían matado, lo que resultó erróneo.