Ambas redadas tuvieron lugar al amanecer de este miércoles en los santuarios de Minaa y Swafaa, sin que los oficiales encontraran ningún tipo de resistencia, informó Richard Ngatia, jefe de la policía del distrito de Kisauni, de Mombasa.
Las operaciones policiales forman parte de las investigaciones sobre el ataque contra residentes de Kisauni cometido la noche del pasado lunes por pandillas armadas con machetes, que se presume están siendo radicalizadas en las mezquitas para entrenarlos como yihadistas.
Ngatia indicó que fue decomisada una cantidad importante de granadas de mano, bombas de gasolina, municiones de 9 milímetros, detonadores de explosivo, machetes, cuchillos y literatura de enseñanza musulmana, de acuerdo con reportes del periódico keniano Daily Nation.
Declaró también que las dos mezquitas permanecerían cerradas hasta que concluyan las investigaciones, por lo que pidió a los fieles que se dirijan a otros santuarios para hacer sus oraciones.
“A partir de ahora, las mezquitas son escenas de crimen y nadie debe hacer manipulaciones. También somos conscientes de las consecuencias y hemos tomado esto en consideración”, agregó.
Otros dos mezquitas de Mombasa, Masjid Musa y Sakina, también fueron revisadas y cerradas la madrugada del pasado martes por la policía, que llevó a cabo 251 arrestos.
Las redadas están teniendo lugar en todo el distrito de Kisauni, pero específicamente en las mezquitas, ya que información de inteligencia indica que en algunos de estos sitios se están preparando a los jóvenes para llevarlos al extremismo, sostuvo Ngatia.