capturada, torturada y encarcelada.
"Bajo la dictadura militar, la represión y la eliminación de los opositores políticos se convirtió en política de estado, concebida e implementada en base a decisiones tomadas por el presidente de la república y ministros militares", dice el documento.
La comisión "por lo tanto rechaza enfáticamente las explicaciones ofrecidas hasta hoy de que las violaciones a los derechos humanos no fueron más que unos pocos hechos aislados o excesos de unos cuantos soldados".
Los investigadores pasaron casi tres años revisando archivos, registros de hospitales y morgues e interrogando a las víctimas, sus familias y los supuestos culpables. El documento representa la revisión más completa en Brasil para arrojar luz sobre los abusos a los derechos humanos cometidos durante el régimen militar.
La comisión de siete miembros, creada por el Congreso y juramentada ante Rousseff en 2011, no tiene poderes procesales, y una ley de amnistía de 1979 aprobada por el régimen militar impide que los responsables sean juzgados y castigados. El informe reclama la anulación de la amnistía.
El documento detalla exhaustivamente la "práctica sistemática" de los militares de cometer detenciones arbitrarias y torturas, ejecuciones, desapariciones forzadas y el ocultamiento de cadáveres. Documenta 191 matanzas y 210 desapariciones atribuidas a las autoridades militares, como también 33 casos de desaparecidos cuyos cadáveres fueron hallados.
"Estas cifras, por cierto, no corresponden al total de muertes y desapariciones sino sólo de casos que fue posible comprobar", dice el informe, y cita "los obstáculos encontrados durante la investigación, especialmente la falta de acceso a la documentación de las fuerzas armadas, que según se dijo oficialmente ha sido destruida".
Rousseff, notoria por su fortaleza de ánimo, perdió la compostura durante su discurso de presentación del informe en la capital Brasilia. El público le tributó una ovación de pie cuando hizo una pausa.