Los choques se produjeron en el puente de Brooklyn, al caer la noche, cuando varias personas supuestamente atacaron a una pareja de policías.
El alcalde de Nueva York, Bill de Blasio, aseguró en un comunicado que el incidente protagonizado por "un pequeño grupo de manifestantes" supone una "desviación inaceptable de las protestas".
"Seamos claros: no hay sitio para ningún tipo de violencia, ya sea contra la Policía o contra nuestros conciudadanos en Nueva York", señaló De Blasio.
El alcalde aseguró que no se permitirá que "ningún pequeño contingente de agitadores lleve el desorden y la violencia a las protestas", que hasta ahora se han caracterizado por su carácter pacífico.
"Los que rechacen la protesta pacífica y provoquen violencia pueden contar con ser arrestados inmediatamente", insistió el alcalde demócrata, que en los últimos días ha recibido críticas por parte de algunos sectores policiales que consideran que no ha defendido al cuerpo de las numerosas críticas que recibe.
En la nota, De Blasio aseguró que "los neoyorquinos deben sentirse orgullos por cómo han hecho que sus voces se oigan en los últimos días" y, al mismo tiempo, alabó a la Policía por el "profesionalismo, dedicación y moderación que han mostrado durante las marchas".
Varios miles de personas recorrieron el sábado las calles de la Gran Manzana para protestar por los casos de violencia policial contra ciudadanos afroamericanos y pedir medidas a las autoridades. EFE