El ministro indicó que después del ataque de hace dos días en los alrededores de los puertos por fuerzas pro gubernamentales que intentaban detener el avance de milicias islamistas también se han cerrado los campos de crudo bruto que los abastecen.
Además, varios trabajadores extranjeros han sido evacuados del puerto de Sidra -cuya producción alcanza 200 mil barriles diarios- hacia la ciudad oriental de Ajdabiya, añadió.
La Compañía Nacional de Petróleo, por su parte, explicó en un comunicado que se tomarán las medidas necesarias para proteger los puertos.
Los ataques de hace dos días, en los que murieron dos personas, fueron dirigidos por Ibrahim Yidran, presidente de la autodenominada Oficina Política de la Región de Barka (este del país).
Los puertos petroleros del noreste libio fueron ocupados en julio de 2013 por grupos armados formados por sus propios trabajadores y milicias locales, que denunciaron la corrupción de las administraciones gubernamentales.
A medida que el conflicto se agudizó, los rebeldes encabezados por Yidran adoptaron una actitud de resistencia política y exigieron la formación de un Estado federal en Libia.
El pasado 7 de abril, los rebeldes aceptaron entregar el control de los puertos después de que las autoridades se comprometieran a crear una comisión que investigase las operaciones de venta de hidrocarburos realizadas desde la caída del régimen de Muamar al Gadafi, a finales de 2011.