El Observatorio Sirio para los Derechos Humanos (OSDH) informó que se trataría de personas asesinadas por los yihadistas, posiblemente miembros de la tribu al-Sheitaat, que luchó contra el grupo militante en Deir al-Zor el verano pasado.
La fosa común fue descubierta cerca de la aldea de Kashkiya, en el oriente de la provincia, después que los líderes del EI permitieron a los Sheitaat regresar a sus hogares, indicó en un comunicado el OSDH, que cuenta con una red de activistas a través de Siria.
De confirmarse, el número de miembros de esa tribu asesinados por los combatientes islamistas superaría los 900, precisó y recordó que el mes pasado la Organización de las Naciones Unidas (ONU) afirmó tener reportes de una masacre cometida en agosto pasado en esa provincia.
Los investigadores del OSDH sugirieron que la ejecución masiva pudo haber sido cometida por el EI en su lucha por el control de los recursos petroleros de la región.
Los militantes del EI controlan casi toda la provincia de Deir al-Zor, que comparte frontera con territorio de Irak que también está bajo su dominio.
A principios de noviembre pasado, el líder del EI, Abu Bakr al-Baghdadi, concedió a los miembros de la tribu permiso para regresar a sus hogares con la condición de que no se reunieran, entregaran sus armas y delataran a todos los “apóstatas” (traidores), a quienes advirtió que los ejecutaría.
El OSDH, con sede en Reino Unido, precisó que la gran mayoría de las víctimas habían sido civiles y que muchos de ellos fueron ejecutados a sangre fría.