Los investigadores del Instituto Pasteur, el primero en alertar sobre la epidemia, analizaron cientos de muestras de sangre e intentan determinar si la mutación ha tornado al virus más contagioso.
Los científicos también esperan constatar si dicha mutación afecta el diagnóstico y la respuesta del virus a los medicamentos.
Más de 22.000 personas resultaron infectadas en la actual epidemia y se registraron más de 8.700 muertes en Guinea, Sierra Leona y Liberia.
"Sabemos que el virus está cambiando considerablemente", señaló el genetista Anavaj Sakuntabhai.
"Un virus puede mutar y ser menos mortal pero más contagioso. Eso es lo que tememos. Tenemos que saber cómo está cambiando el virus para no perder la pista de nuestro enemigo", agregó.
"Estamos viendo varios casos asintomáticos, o sea, de personas que tienen el virus pero no presentan síntomas. Estas personas podrían sin embargo transmitir el virus, aunque aún no sabemos si esto es así".