Según las primeras informaciones recabadas por la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), los emigrantes partieron el sábado de una playa de Libia a bordo de tres o cuatro lanchas neumáticas, cargadas cada una con más de cien personas, que quedaron a la deriva en el Mediterráneo debido al mal tiempo, con olas altas de más de 8 metros y una temperatura gélida.
"Nos obligaron a partir con las armas", contó desde la isla de Lampedusa uno de los sobrevivientes al diario italiano Il Corriere della Sera.
Rescatado por los guardacostas italianos, originario de Mali, el joven africano se encuentra en la isla italiana después de haber pasado cuatro días a la merced del mar en plena tempestad.
El domingo 29 inmigrantes que viajaban en una de esas embarcaciones murieron de hipotermia, siete de ellos ya habían muerto de frío antes de ser recuperados por las naves italianas, y otros 22 perecieron en el largo trayecto hacia Lampedusa.
Un caso que ha suscitado polémica en Italia debido al recorte de fondos para la operación "Mare Nostrum" que garantizaba el socorro de inmigrantes con naves militares italianas equipadas, la cual está siendo remplazada por la operación "Tritón", coordinada por la Unión Europea y que se centra más en la defensa y control de las fronteras.
Según el dramático testimonio recolectado por Carlotta Sami, representante del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), el número de muertos podría ascender a más de 300, ya que algunos sobrevivientes sostienen que vieron una cuarta lancha hundirse.
- Niños a bordo -
Según los testimonios, en una de las embarcaciones viajaban niños, tres de los cuales, de cerca 12 años, fueron rescatados por dos naves mercantiles que se encontraban cerca a las costas libias, contó uno de los supervivientes a la organización humanitaria Save the children.
Uno de los nueve supervivientes que llegó este miércoles a Lampedusa, de habla francesa, sostiene que en total viajaban 430 personas en cuatro embarcaciones, no en tres, y que una de ellas se hundió durante la travesía.
"Estuvimos esperando varias semanas hacinados en un campo para refugiados cerca de Trípoli. El sábado unos milicianos nos trasladaron a una playa no lejos de la capital y nos distribuyeron en cuatro lanchas con motores de 40 caballos y una decena de tanques de gasolina", aseguró.
"Nos garantizaron que las condiciones del mar eran buenas. De todos modos no podíamos negarnos a partir, nos obligaron a embarcar bajo la amenaza de las armas", afirmó uno de ellos, quien precisó que pagó "mil dinares", cerca de 650 euros por la travesía.
En un mensaje enviado este miércoles el papa Francisco manifestó su "preocupación" por las noticias que llegan de Lampedusa, prometió "oraciones por las víctimas" e instó a la "solidaridad para que todos sean socorridos".