barreras de seguridad instaladas frente a la Casa Blanca, según el Washington Post.
Los oficiales que estaban presentes en el edificio la noche en la que ocurrió el incidente, el 4 de marzo, quisieron detener a sus colegas que conducían un coche oficial y hacerlos pasar un examen para medir su nivel de alcohol en la sangre, dijo el diario. Sin embargo, su superior jerárquico les ordenó dejarlos ir, según la misma fuente.
El portavoz del Servicio Secreto, Brian Leary, confirmó que se había abierto una investigación, afirmando que se la encomendaría al Departamento de Seguridad Nacional (DHS). No dio indicaciones de la naturaleza de los posibles cargos contra los dos hombres, uno de los cuales es responsable del equipo que protege al presidente Barack Obama.
Tras una serie de incidentes que salpicaron a esta unidad de élite compuesta por unos 6,500 hombres y mujeres, Obama nombró a mediados de febrero a un nuevo director, Joseph Clancy.
Ante el Congreso, Clancy reconoció que los Servicios Secretos "no estuvieron a la altura de su reputación" y prometió cambios rigurosos.
Con 27 años en la agencia, Clancy asumió como director encargado del Servicio Secreto en reemplazo de Julia Pierson, quien renunció tras un incidente en septiembre en el que un veterano con problemas mentales logró cruzar la cerca de la Casa Blanca y entrar al recinto armado con un cuchillo.