Aunque la Oficina Nacional de Emergencia (Onemi) señaló en su más reciente reporte que los muertos suman 17 y los desaparecidos 20 en las tres regiones afectadas por el frente de mal tiempo, Bustos apuntó que esta última cifra debería ser superior.
El experto en búsqueda y rescate de Bomberos participó este lunes en una reunión del Comité Operativo de Emergencia (COE), tras la cual dijo que “estamos buscando de manera superficial y penetrando estructuras de hasta tres metros para dar con los cuerpos".
Detalló que, esta víspera, se recuperaron dos cuerpos en la localidad de El Salado, mientras que en Chañaral se encontraron otros cuatro, ambas en la Región de Atacama.
Bustos agregó en declaraciones a periodistas que “seguiremos buscando, sobre todo, haciendo patrullaje en helicóptero con la Armada y la Policía de Investigaciones, y seguiremos tratando de recuperar cuerpos”.
El alcalde de Chañaral, Héctor Volta, coincidió con el funcionario de Bomberos respecto que el número de desaparecidos es superior a la cifra informada por la Onemi ya que no se ha tomado en cuenta la población flotante al momento del aluvión.
“Debe haber mucho más personas desaparecidas, porque lo que nosotros estamos viendo son personas que sus familiares han extrañado en Chañaral, pero tenemos que ver cuando la gente de fuera que pasó por Chañaral empiece a ser extrañada por sus familias”, dijo.
El temporal de lluvia, que provocó inundaciones y aluviones, afectó desde el pasado martes a las regiones de Antofagasta, mil 370 kilómetros al norte de esta capital; Atacama, 805 kilómetros al norte de Santiago, y Coquimbo, 471 kilómetros al norte de aquí.
En Copiapó, capital de la Región de Atacama, habitualmente caen 10 milímetros de lluvia al año, pero en esta oportunidad se precipitaron 30 milímetros en pocas horas, cifra que sobrepasó los 40 milímetros en las zonas precordilleranas.
Las comunas más afectadas por la catástrofe son Alto del Carmen, Chañaral, Diego de Almagro y Tierra Amarilla, todas ellas en Atacama, donde existen varios caminos cortados y personas aisladas en algunas localidades pequeñas y en campamentos mineros.