Hasta ahora, las autoridades han congelado 86 cuentas, entre ellas de 13 compañías de envío de dinero muy populares entre la comunidad somalí de Kenia, pero el número podría aumentar, informó este miércoles el Ministerio keniano de Finanzas.
Dos de las compañías incluidas en la lista, Muhuri y Haki África, negaron cualquier vínculo con terroristas y aseguraron que su objetivo es mejorar el desarrollo local y defender los derechos humanos, según el diario keniano The Star.
La medida tiene como objetivo cortar las vías de financiamiento de los grupos terroristas, entre ellos la milicia Al Shabab que se atribuyó el ataque del jueves pasado contra la Universidad de Garissa, en el noreste del país, que dejó 148 muertos.
Las autoridades, que buscan reducir los recursos que reciben grupos como Al Shabab para planear y cometer más ataques, anunciaron que incluirán a todos los sospechosos de financiar este tipo de actividades en una lista de seguimiento del gobierno.
El anuncio ocurre un día después de que cientos de estudiantes kenianos marcharon en las calles de Nairobi para exigir al gobierno más seguridad en todo el país y para honrar a los 148 fallecidos en el ataque al recinto universitario.
A mediados de diciembre pasado, Kenia también suspendió las licencias y congeló los activos de 16 organizaciones no gubernamentales que supuestamente financiaban actividades terroristas, pero no reveló los nombres porque la investigación aún estaba en marcha.
El presidente de Kenia, Uhuru Kenyatta, pidió el fin de semana pasado a la comunidad musulmana colaborar con las fuerzas de seguridad para combatir a los radicales que se esconden entre ellos y utilizan el islam para conseguir sus propios objetivos.