Sarkísian pronunció un discurso a un sombrío grupo de dignatarios que asistieron en un oscuro día al Monumento del Genocidio Armenio en Yerevan, la capital armenia.
El presidente ruso, Vladimir Putin, y el mandatario francés, Francois Hollande, entre otros líderes, asistieron a la ceremonia. Cada uno colocó una rosa amarilla en el centro de una corona en forma de No Me Olvides, una flor que simboliza la conmemoración.
Cientos de miles de personas han venido a Yerevan para conmemorar la masacre, un evento que ha generado tensiones entre las naciones involucradas y sus aliados.