Los yihadistas mataron a 26 personas, de las cuales 10 fueron decapitadas, tras acusarlas de “cooperar y colaborar con el régimen sirio” en las localidades de Al Sujna y Al Ameriya, en la provincia central de Homs y cercanas a Palmira.
Los civiles fueron ejecutados después de que el EI arrebató a las fuerzas del régimen de Bashar al-Assad el control de Al Sujna y logró avanzar hasta la periferia de Palmira, donde se enfrenta con el ejército, según el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH).
Ante la ofensiva del EI lanzada el miércoles contra Palmira, ciudad ubicada en el este de la provincia de Homs, las fuerzas armadas de Siria enviaron este jueves refuerzos para frenar el avance de los yihadistas.
El gobernador de Homs, Talal al Barazi, indicó que enfrentamientos entre ambos bandos se desarrollan este jueves en la periferia oriental y occidental de la población, “a unos tres kilómetros” de la misma.