El ISIS se hizo, el domingo, con el control de la ciudad de Ramadi, capital de la provincia de Al Anbar, situada a unos cien kilómetros al oeste de Bagdad, tras ocupar el último cuartel que quedaba en manos del Ejército de Irak. Los yihadistas tomaron la sede de la Octava Brigada del Ejército, último reducto militar que seguía bajo poder de las fuerzas gubernamentales en la localidad. Los militares que se encontraban en las instalaciones castrenses escaparon hacia una zona conocida como "el kilómetro 160", situada al oeste de la ciudad, en medio de la huida de decenas de familias de las zonas que han sido ocupadas por los terroristas.
Los yihadistas del Estado Islámico organizaron una caravana para hacer una demostración de fuerza en Ramadi, la ciudad iraquí próxima a Bagdad que tomaron en las últimas horas. El sangriento operativo yihadista dejó más de 500 muertos. En fotos, los terroristas mostraron cuerpos mutilados tirados por las calles con el objetivo que multiplicar el terror.
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Durante el desfile, se pudo ver a niños con armas automáticas y una flota de camionetas que transportan a los yihadistas, que expresaban su júbilo por las calles de Ramadi manchadas de sangre.
La caída de la capital de Al Anbar en manos del ISIS tiene lugar mes y medio después de que el Ejército, apoyado por milicias chiítas, lograra recuperar de manos de los extremistas la ciudad de Tikrit, capital de la vecina región de Saladino. El ISIS se hizo, el pasado verano, con el control de Mosul, la segunda ciudad de Irak, así como de varias regiones del norte de ese país y de la vecina Siria, donde ha proclamado un califato.