Hasta ahora se desconoce quienes fueron los autores del ataque contra el colegio ubicado en el barrio damasquino de Al Malaki, pero la televisión estatal siria lo atribuye a los “terroristas”, como suele llamar a los rebeldes sirios.
El Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH), con sede en Londres pero que cuenta con una amplia red de activistas en Siria, confirmó el ataque contra la escuela, pero sólo precisó que 20 estudiantes fueron lesionados por la caída de dos proyectiles.
Damasco suele ser blanco de constantes ataques con cohetes disparados por los opositores desde Ghouta Oriental, considerado el principal bastión de los rebeldes en las afueras de la ciudad.
El ataque se produce un día después de que la embajada de Rusia en Damasco fue alcanzada por proyectiles de morteros sin causar víctimas, sólo daños materiales.