La inundación fue causada por el desbordamiento del río Blanco, cerca de la población de Wimberley, en Texas.
Asimismo, las intensas lluvias han comenzado a desplazarse hacia el norte del estado, afectando a Oklahoma y Arkansas.
Unas dos mil personas han debido ser evacuadas de sus hogares, en tanto que los cálculos de los daños aún son preliminares, pero podrían ser altos, de acuerdo con autoridades de las comunidades afectadas.
De acuerdo con Ken Bell, director de emergencias de la ciudad de San Marcos, una de las más afectadas en Texas, la situación es catastrófica, por lo que aconsejó a los residentes no retornar a sus viviendas por el momento.
Bell dijo que unas 300 viviendas resultaron destruidas en San Marcos.
El Servicio Meteorológico Nacional advirtió que las lluvias continuarán en los siguientes días, en tanto que The Weather Channel alertó que es posible que las condiciones climatológicas de la zona puedan contribuir a la formación de tornados.