El comandante del Ejército, general Jaime Lasprilla, informó que la institución adelanta una investigación para determinar cuáles fueron las causas que generaron la explosión de un campo minado durante el aterrizaje de un helicóptero Black Hawk UH-60, en el departamento de Norte de Santander.
El ataque fue atribuido a una operación conjunta entre guerrilleros de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), y el Ejército de Liberación Nacional (ELN), que operan en el departamento del Norte de Santander.
El alto oficial no descartó un error de inteligencia militar que garantizara la seguridad en el área, reiteró el comandante del ejército, quien se desplazó a la zona del ataque para evaluar los hechos.
El alto oficial dijo a la prensa local que ya se recopilaron los elementos que ayudarán a aclarar exactamente qué fue lo que pasó al momento del aterrizaje de la aeronave militar.
“Estamos evaluando que fue lo que ocurrió. Descartamos cualquier información que señale que el helicóptero haya sido derribado. El helicóptero estaba en tierra cuando se produjo la explosión”, precisó Lasprilla.
El traslado de los cuerpos de los militares muertos a sus lugares de origen se realizará este martes desde la ciudad de Cúcuta, de acuerdo con el reporte castrense.
Los militares que murieron en el atentado son: el cabo primero Gabriel Ignacio Mejía, natural de Andes y los soldados Édison Blanco Zapata , Franklyn Gamboa Monsalve, y Carlos Darío Ibarra.