En la grabación, titulada "Si volvéis, volveremos" y cuya autenticidad no ha podido ser comprobada, se acusa a los asesinados de "espionaje" y de formar grupos para matar a dirigentes del EI en Mosul, capital de la provincia septentrional de Nínive.
El vídeo, de una duración de más de siete minutos, comienza con imágenes de restos mortales de personas que fallecieron, supuestamente, como consecuencia de un bombardeo de la coalición internacional encabezada por Estados Unidos contra una posición del EI en Mosul.
Antes de ser asesinadas, las víctimas reconocieron que trabajaban como "espías" para el Ejército iraquí y haber formado brigadas armadas dentro de Mosul para asesinar a dirigentes del EI, que controla esa ciudad desde hace más de un año.
El primero de los asesinatos grupales mostrados en el vídeo es el de cuatro personas que son encerradas en un vehículo aparcado en medio del desierto, al que un yihadista dispara con un lanzagranadas del tipo RPG.
Después, una jaula con cinco personas en su interior es introducida con una grúa en una piscina, lo que provoca que los cinco hombres mueran ahogados.
El tercero de los asesinatos es de otras siete personas a las que un yihadista les coloca unos collares que hacen explotar posteriormente. La grabación muestra el desmembramiento de los cuerpos producido por la explosión.
En un momento de la grabación, la voz en "off" tacha a los asesinados de "espíritus sórdidos que han aceptado la humillación y vendido su alma al diablo para convertirse en una herramienta fácil en las manos de los enemigos de la religión en su guerra contra los musulmanes".
Al final del vídeo se puede ver a otro hombre vivo enfrente de las últimas siete víctimas.
Tantos los asesinados como la persona a la que dejan viva están vestidos con el mono naranja que el EI elige habitualmente para sus víctimas.
Mosul y amplias zonas de Nínive están bajo control del EI desde junio del año pasado, fecha en la que el grupo yihadista proclamó un califato en territorio iraquí y sirio.