lunes por una organización.
Los inmigrantes reaprehendidos estaban entre las 8,145 personas liberadas entre enero y agosto del 2014, pese a las solicitudes de agentes federales de que fueran retenidos para su deportación, según el informe del Servicio de Control de Inmigración y Aduanas (ICE, por su sigla en inglés) obtenido por el Centro para Estudios de Inmigración, una organización que se opone activamente a la entrada de migrantes sin permisos de residencia o trabajo.
Un homicidio ocurrido en San Francisco avivó la añeja controversia entre quienes desean que la policía ayude a los agentes de inmigración a reforzar la seguridad pública y quienes afirman que la retención prolongada de los inmigrantes es inconstitucional y socava la confianza de la comunidad.
Más de 250 jurisdicciones en todo el país —incluidas algunas designadas formalmente ciudades refugio, como San Francisco— han dejado de cumplir las llamadas órdenes de detención para migrantes, con el argumento de que no pueden retener a los detenidos más allá de su fecha de excarcelación sin una causa probable. California y Connecticut han aprobado leyes estatales para limitar el uso de esas solicitudes, en tanto que cárceles de estados como Oregon o Iowa rechazan acatarlas.
Según el informe difundido por el Centro para Estudios de Inmigración, con sede en Washington, los principales delitos por los que fueron reaprehendidos esos inmigrantes fueron infracciones relacionadas con drogas y manejo de vehículo bajo los efectos del alcohol.
La controversia en torno a estas órdenes de detención vuelve a estar sobre la mesa desde que Kathryn Steinle, de 32 años, fue herida de muerte mientras caminaba por un muelle de San Francisco. Las autoridades arrestaron al sospechoso, un mexicano llamado Juan Francisco López Sánchez, quien fue excarcelado en abril, a pesar de que las autoridades migratorias habían solicitado que lo retuvieran con el fin de deportarlo por sexta vez.