produjeron en un intervalo de casi una hora en los alrededores de los dos medios de comunicación y causaron susto entre los vecinos, según las autoridades.
El Telégrafo es un diario considerado oficialista, mientras que El Universo es uno de los periódicos más importantes y de mayor circulación de Ecuador y tiene una postura crítica con respecto al Gobierno. "Rechazamos todo acto de violencia contra el periodismo responsable, ético y público", anotó El Telégrafo en su página de internet. La noticia también ocupaba la portada de El Universo.
Los artefactos contenían mensajes de una organización autodenominada Frente de Liberación Nacional, en los que critica al gobierno de Rafael Correa y reivindica un ataque con explosivos contra la sede del partido oficialista en Guayaquil el 14 de julio. Esa acción generó daños menores en el edificio de Alianza País, aunque no se registraron heridos.
"Este es un acto de terrorismo que fundamentalmente busca crear caos, crear miedo, desestabilizar a la sociedad justamente a través de acciones como esta", señaló hoy el fiscal encargado de las investigaciones, Paúl Ponce. A través de la cuenta oficial de Twitter, el Ministerio de Interior ecuatoriano informó que, "según investigaciones", las "bombas panfletarias serían de origen casero".
Los ataques se producen en momentos en que Correa acusa a sectores civiles movilizados, como indígenas y sindicatos, de querer llevar a cabo un golpe de Estado. Estos grupos opositores tienen previsto movilizarse contra el Gobierno el próximo 13 de agosto.