través de las islas griegas y de Italia.
"Operación de rescate en curso en un barco (...). Numerosos migrantes a salvo. Al menos 40 muertos", afirmó la marina italiana en su cuenta de Twitter. Según la prensa italiana, hay más de 300 supervivientes.
Un helicóptero de la marina avistó el barco a unas 21 millas de las costas libias, al sur de la isla italiana de Lampedusa.
Durante la tarde, los 312 supervivientes rescatados por el patrullero "Cigala Fulgosi", entre ellos 45 mujeres y tres niños, fueron trasladados al buque noruego "Siem Pilot", que participa en la operación europea Tritón, precisó la marina.
Según una periodista de la cadena RaiNews, el barco estaba "sobrecargado y empezaba a hundirse" cuando llegaron los socorristas.
Al parecer los migrantes cuyos cuerpos fueron hallados en la bodega murieron asfixiados por las emanaciones de carburante. A finales de la tarde, sólo ocho cuerpos habían sido trasladados a la superficie, según el diario La Stampa.
"Hemos asistido a una escena muy fuerte emocionalmente", contó el comandante Tozzi a la agencia AGI. "Muchos cadáveres flotaban en la superficie del agua, con excrementos humanos y carburante".
La guardia costera italiana precisó que las mejoría de las condiciones climáticas en las últimas horas, tras varios días de mal tiempo, podría provocar más intentos de travesía en el Mediterráneo.
A lo largo de la jornada, barcos italianos, croatas y alemanes rescataron a unas 700 personas en dificultad a bordo de dos lanchas neumáticas y de un barco, precisaron los guardacostas.
"Esa tragedia no será la última si la comunidad internacional no encuentra una solución a la crisis en Libia", lamentó el ministro italiano del Interior, Angelino Alfano, en rueda de prensa.
- 'Un círculo vicioso' -
Según varios relatos de migrantes que llegaron a Italia, los traficantes de personas suelen amontonar en la bodega a los refugiados que menos pagan, en general los que vienen de África subsahariana.
Atrapados en tan exiguo espacio, esos migrantes corren el riesgo de morir asfixiados por las emanaciones de carburante o ahogados si el barco hace agua.
A menudo, los traficantes o los pasajeros de la cubierta violentan a los de la bodega para evitar que salgan durante la travesía. En esas embarcaciones tan llenas, el más mínimo movimiento puede acabar volcando el barco.
Según un último balance de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), más de 2.300 migrantes murieron al intentar cruzar el Mediterráneo desde el inicio de 2015.