"Me resultó chocante ver cómo eran tratados estos refugiados y migrantes. Es inaceptable", dijo Ban en una conferencia de prensa en respuesta a una pregunta sobre enfrentamientos entre policías y migrantes en las fronteras húngaras.
Ban subrayó que "son personas que huyen de la guerra y la persecución" y que la respuesta debía ser una de "liderazgo compasivo".
El miércoles la Policía húngara chocó durante horas con cientos de inmigrantes luego de que el gobierno cerró su frontera sur con Serbia, uno de los principales puntos de entrada a la Unión Europea.
La Policía disparó al menos 20 granadas de gas hacia la multitud, que cantaba consignas en árabe con sus puños alzados. Muchos niños lloraban por los efectos del gas lacrimógeno y varias ambulancias fueron enviadas al área fronteriza, constataron reporteros en el lugar.
"No es un crimen cruzar una frontera", sostuvo en un comunicado el jefe de la agencia para los refugiados de la ONU, Antonio Guterres, quien también advirtió de que algunas medidas medidas implementadas por Hungría respecto de los refugiados violaron las leyes internacionales.
Guterres reclamó a las autoridades húngaras "asegurar el acceso sin trabas a las personas con necesidad de protección en conformidad con sus obligaciones legales y morales".
La ONU ha realizado varias solicitudes a los líderes europeos para que respeten los derechos humanos mientras el continente afronta la peor crisis migratoria desde la II Guerra Mundial.