Sin embargo, el ministro de Relaciones Exteriores de Cuba, Bruno Rodríguez, explicó que no se ha fijado un encuentro formal entre ambos.
"El presidente Barack Obama y el presidente Raúl Castro, evidentemente, coincidirán en varios eventos", dijo Rodríguez en una rueda de prensa. "Supongo que habrá interacciones entre los dos presidentes, pero no puedo decir que esté fijada una reunión entre ellos".
Los ojos están centrados en una reunión entre Castro y Obama, luego que hace nueve meses ambos sorprendieron al mundo al anunciar un acercamiento tras más de medio siglo de hostilidades.
En abril, ambos se estrecharon las manos en una histórica reunión durante la Cumbre de las Américas en Panamá.
Será la primera vez que Castro, de 84 años, viaje a Estados Unidos como presidente y que pronuncie un discurso ante la Asamblea General de la ONU, el 28 de septiembre.
La agenda de Castro incluye un discurso en la cumbre de desarrollo, dos días antes, y su asistencia a la apertura de la Asamblea General, el viernes 25, que comenzará con un discurso del Papa Francisco.
Castro asumió la presidencia provisionalmente en el 2006 en reemplazo de su hermano Fidel y, definitivamente, en el 2008.
El mandatario cubano sólo ha realizado una visita a Estados Unidos -un breve viaje a Houston en 1959- poco después de la revolución que derrocó al Gobierno de Fulgencio Batista, que era respaldado por Washington.
El canciller cubano insistió en que se ponga fin al "bloqueo económico" y comercial impuesto por Estados Unidos a Cuba hace más de medio siglo y actualizó la cifra de pérdidas que La Habana sostiene le ha causado la medida.
"Ha provocado perjuicios por 121,192 millones de dólares", dijo Rodríguez. "Lo cual es una cifra exorbitante para una economía pequeña".
Hasta el año pasado, La Habana cifraba el daño en 116,000 millones de dólares.
Los números fueron publicadas en un informe que Cuba prepara cada año para presentar en Naciones Unidas donde solicita una resolución que inste a poner fin al embargo.
La ONU ha aprobado resoluciones similares durante 23 años consecutivos con un apoyo abrumador de los miembros del organismo internacional. Sólo Estados Unidos e Israel han votado en contra en los últimos años.