En una rara e inusual acción, contraria a la practica común, la Casa Blanca decidió no dar a conocer a la prensa el contenido de lo que Obama y el líder de la Iglesia católica hablaron luego que el pontífice fue objeto de una vistosa ceremonia de bienvenida en el Jardín Sur de la residencia presidencial.
El vocero presidencial Josh Earnest dijo a periodistas durante su habitual rueda de prensa que la decisión fue tomada de mutuo acuerdo entre la Casa Blanca y el Vaticano.
“Es una decisión que descansó en el deseo de estos dos hombres de sostener un diálogo privado”, indicó Earnest al explicar las razones para mantener como asunto de dos esta conversación, cuyo contenido era esperado por la prensa.
Earnest dijo que al interior de la oficina no hubo ni siquiera un estenógrafo como suele suceder en la mayoría de los encuentros “y eso va a limitar mi habilidad para ofrecerles detalles del encuentro, primeramente porque la intención era que fuera una conversación privada”.
“Aún con la presencia del intérprete, la intención es que esa conversación se mantenga privada”, insistió el vocero cuando fue cuestionado de nueva cuenta sobre la naturaleza de los temas abordados por ambos líderes.