El dominical The Sunday Times precisó que el Big Ben, construido en 1859, está tan deteriorado que podría detenerse, mientras The Mail on Sunday sugirió que las manecillas del reloj podrían caerse si no se actúa de inmediato.
El mecanismo del reloj, que pesa cinco toneladas, está por fallar y este es un problema catastrófico, por lo que es necesario empezar con la reparación lo antes posible, según The Sunday Times.
Si bien no hay problemas estructurales en el edificio, ubicado en el palacio de Westminster, hay fallos en las agujas del reloj y un desequilibrio en el péndulo, lo que hace cada vez más difícil que pueda dar la hora de manera exacta, agregó.
El plan de restauración incluye instalar un ascensor en la torre que sostiene el reloj en la sede del Parlamento y modernizarla para que cumpla con los requisitos de seguridad que establece la Ley de Seguridad y Salud británica, que regula todos los lugares donde trabaja gente.
Estos trabajos fueron ya aprobados por el comité administrativo de la Cámara de los Comunes, y el costo fue estimado en unos 40 millones de libras (casi 62 millones de dólares).
Los expertos aún desconocen el tiempo que durará detener el reloj para hacer las reparaciones, pero se calcula que puede ser hasta tres años debido al difícil estado en que se encuentra.
Esta no es la primera vez que el reloj, cuyas campanadas dan la hora, la media hora y los cuartos, será silenciado.
El Big Ben fue parado en 1934, 1956, 1990 y 2007, cuando se hicieron labores de mantenimiento, mientras en 1976 no se escucharon las campanadas durante meses debido a un fallo.
En 1916 las campanas del Big Ben fueron silenciadas para impedir que los dirigibles Zeppelines alemanes utilizaran el reloj como punto de referencia de navegación durante la Primera Guerra Mundial.