Uno de los malhechores murió en la operación de una unidad de élite de la policía francesa, otro se encontraba detenido, indicó el fiscal de la República, Frédéric Fèvre.
“Otros” delincuentes –en número desconocido con precisión– lograron escapar, indicó Fèvre a la prensa. “Es una operación de gran bandidaje”, no una operación terrorista, subrayó el fiscal.
Fuentes policiales y municipales habían indicado más temprano que dos o tres delincuentes “fuertemente armados” se habían atrincherado en una casa que planeaban robar.
Una unidad de fuerzas especiales de la policía fue enviada al lugar, había indicado el vicealcalde de la ciudad, a cargo de Seguridad, tras lo que se desató un tiroteo.